Uno de los errores que suelen cometer los padres y profesores con los niños que presentan TAG, es considerar éstas preocupaciones como positivas ya que pueden pensar que el niño es más responsable de lo normal, reforzando su comportamiento sin ser conscientes del peligro que ésto conlleva.¿ Cuándo solicitar ayuda?
La ayuda psicológica en éstos casos es primordial que sea requerida cuanto antes para evitar así la cronificación del trastorno y la intensificación de los síntomas. La necesidad de ésta ayuda se suele requerir cuando observamos que el niño/a requiere la continua aprobación o retroalimentación de los padres sobre su comportamiento. Además debemos estar alerta ante la continuas muestras de preocupación y perfeccionismo por parte del niño/a.
Éste trastorno correlaciona con una alta impaciencia, fatiga, irritabilidad, tensión muscular, problemas de concentración y/o de sueño. El niño o adolescente con TAG suele experimentar éstas alteraciones somáticas cuando tiene preocupaciones sobre los diversos temas como exámenes, posibilidad de enfermedad, etc.
El diagnóstico a edades tempranas puede ser muy difícil ya que los niños no tienen desarrollada la capacidad de autoobservación y tienen dificultades para informar su estado propio. Por eso es importante el papel de los padres y profesores para determinar qué comportamientos del niño/a son apropiados o no según su edad y nivel de desarrollo.
Autoevaluación TAG
2- ¿ Se cansa con facilidad o se suele quejar de que está siempre cansado? ( intensidad 0/10)
3- ¿ Tiene problemas de atención o para concentrarse? (intensidad 0/10)
4- ¿ Se enfada o se irrita con facilidad? (intensidad 0/10)
5- ¿ Le duele el cuerpo, los músculos de las piernas, brazos o el cuello? (intensidad 0/10)
6- ¿ Tiene problemas para conciliar el sueño o se despierta con facilidad? (intensidad 0/10)
(*) Éstas preocupaciones se extienden a varias situaciones, así distinguiremos el TAG de un miedo específico a una situación o una fobia específica.
Tratamientos empleados en la actualidad
– Sustituir las situaciones negativas por situaciones positivas.
– Sustituir creencias desadaptativas y negativas por otras más adaptativas.
– Eliminar las respuestas de escape y evitación.
Ejercicios de relajación para niños
Mejor momento para realizarlo: se trata de un juego dinámico que se puede realizar en un recreo, en una actividad de psicomotricidad…
Desarrollo del juego:
1. Se forman grupos de niños (puede ser de tres, cinco o diez, en función de lo numeroso que sea el grupo general), y se necesitan tantos globos como grupos.
2. El juego empieza al poner la música y lanzar los globos. Se trata de que los globos no toquen el suelo al ser palmeados por los niños (como variante se puede añadir que un mismo niño no toque el globo dos veces seguidas, para favorecer que participen todos).
3. De vez en cuando, se parará la música durante unos segundos, momento en el que a los niños se les ha ordenado que permanezcan inmóviles como estatuas en el lugar en el que estén. En este momento, por un lado estarán descansando, pero a la vez sentirán la tensión de ver que el globo cae al suelo sin que nadie pueda evitarlo.
4. Cuando vuelva a sonar la música, los niños sentirán cierta relajación, comenzando de nuevo el juego.
Mejor momento para realizarlo: tras realizar un ejercicio físico intenso, o en algún momento de crispación generalizada.
Desarrollo del juego:
1. Es necesario acompañar el juego de música, tiene que ser una música que empiece con un tema muy vivo y acabe un ritmo muy pausado.
2. Hay que decirles a los niños que tiene que dejando el cuerpo blando como una vela que se derrite (previamente habrá que explicarles este concepto y mostrarles cómo sucede).
3. Al llegar al momento en que los niños están tumbados en el suelo, se harán unos ejercicios de respiración abdominal y cerraremos los ojos, invitándoles a dejar todo el cuerpo relajado.
Mejor momento para practicarlo: después de un ejercicio físico, de una atención sostenida o de un momento de rabieta del niño
Desarrollo del juego:
1. Les explicamos a los niños que ahora vamos ser marionetas, y vamos a movernos como si nos estirarán de unas cuerdas. Conviene mostrarles una marioneta, y les explicamos que seremos así.
2. Nos colocamos de pie, con los brazos levantados y las manos juntas.
3. Mientas cogemos aire, llevamos los brazos hacia atrás, como si quisiéramos juntar las manos.
4. Echamos la cabeza hacia atrás, e intentamos levantar las manos como si quisiéramos tocar la cabeza.
5. Vamos bajando la cabeza y el tronco, pero los brazos los seguimos llevando hacia atrás y lo más elevados que sea posible.
6. Relajamos todo el cuerpo balanceando los brazos hasta tocar el suelo.
7. Nos levantamos lentamente, aflojando la tensión de los brazos y las piernas mediante una sacudida, como una marioneta.
Webs de interés
http://www.sup.org.uy/Archivos/adp77-1/pdf/adp77-1_8.pdf
http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/trastorno_de_ansiedad_generalizada_0.pdf
http://www.nasponline.org/resources/translations/anxiety_spanish.aspx
http://www.aepap.org/sites/default/files/ansiedad_0.pdf